Interacciones Hilo Andante #37 (4.11.2021)
Del parque Boyacá (escondido) al Country Club (parque que aún no vemos)

Desde el fondo del parque Boyacá comienza este #HiloAndante #37
Este parque, ubicado en la urbanización El Rosal, tiene abundante sombra producida por una diversidad importante de árboles: jabillos, samanes, ficus, cauchos, mangos… también palmas
También tiene espacio para el juego y para caminar.
Para llegar o salir del parque hay un atajo, una escalinata que conecta las calles Guaicaipuro y Boyacá…
En la plaza hay seis castaños bastante descuidados (llenándose de tiña y de alguna plaga que se los está comiendo).

Seis ejemplares de Pachira insignis
Al frente hay un pilón joven caído. La ventana está abierta para reponerlo con otro, y cuidarlo para que no ocurra esto de nuevo.
Esta sombra…
es producida por este jabillo…

Hura crepitans
… no por estos chaguaramos.

Roystonea oleracea
Algunos edificios conservaron sus árboles, otros los su-plantaron con palmas o los eliminaron del todo.
Las nuevas edificaciones pueden convivir con los árboles, inclusive con nuestras majestuosas caobas si se les da mantenimiento sistemático.

Swietenia macrophylla
El campo de golf estaba separado de la avenida Francisco de Miranda por este muro de piedra bajito que tenía una cerca que permitía ver hacia adentro.
Luego eliminaron la cerca y montaron el muro de bloques.
Este muro les pareció bajo, insuficiente, por eso le sumaron unas hileras más de bloques y luego el cerco eléctrico.
Negándonos hasta la posibilidad de contemplar el paisaje verde.
Esa posibilidad de contemplar la negaron por todas partes: primero por la avenida Francisco de Miranda, y luego por la avenida principal del Country.
Bajo el resguardo de este conjunto de colosales mijaos está lo que podría ser el inicio de un necesario (y factible) parque metropolitano que conectaría hacia el norte con el parque nacional El Ávila (o Guaraira Repano, si prefieren mencionarlo así).

Anacardium excelsum
Pero los del Country ni siquiera han sido capaces (¡¡¡2021!!!) de abrir y compartir este borde verde, que sería un primer gesto amistoso con la ciudad.
Jugando a la poesía profética, y quizás viceversa, a una profecía poética, este conjunto del Country Club lo diseñó en 1929 la oficina Olmsted Brothers, herederos de Frederick Law Olmsted, quien diseñó Central Park (también el Prospect Park) de Nueva York.
Hay algo en la genealogía que sugiere hacer lo correcto.
Hasta aquí (riendo prospectivamente) este #HiloAndante #37.