Interacciones HiloAndante #7 (3/12/2020)
Cruzar un puente

Aquí, divagando, comienza este nuevo #HiloAndante, el #7, que versará sobre la anatomía (real y simbólica) de un puente.
Por ejemplo: acá estoy debajo de un samán de unos 70 años, comenzando a transitar el puente entre el día y la noche.
Acá señales inequívocas de que el cielo quiere cruzar del día soleado que tuvimos a una noche tormentosa.
Este señor mira hacia donde voy. En su pétrea mirada lo noto preocupado.
Razones no le faltan.
El camino está marcado… va-mos.
Mosca, siempre mosca (este es el puente mental –siempre– para tratar de salir ileso mientras caminamos sobre aceras amenazantes).
Dos para allá, uno para acá. Esto es la antesala de un puente.
Y voy a cruzarlo y detallarlo len-ta-men-te.
Lincoln, desde la plaza, miraba hacia este puente que lleva su nombre.
Debajo de este puente el río Valle se suma al Guaire.
Este puente está hecho, no de piedra, sino de sombras.
Y nos invita (sin éxito esta vez) a pasar hacia la oscuridad extrema.
Yo me detengo sobre el puente, aprovechando unas luces que alumbran y pasan de largo.
Termino acá, viendo el revés de este puente, mirando este río que en sí mismo es un revés urbano.
[Me retiro pensando cómo atravesar este extraño puente entre hoy jueves 3 y el lunes 7 de diciembre, en un país ávido de puentes]
[Verbigracia: recibo un panfleto, de alguien que emerge entre la oscuridad, invitando a votar este domingo. En este país que tiene desecho su hilo constitucional]. #HiloAndante